Siempre algo te puede doler un poco mas de lo que creías te había dolido muchísimo.
Las promesas son una mierda porque siempre nos recuerdan lo que no eres, pero siempre hay que cumplirlas, aunque sea solos.

Dicen que lo bueno de los días fríos de lluvia es que puedes ir por la calle con piel de pollo y los ojos empapados y así nadie se da cuenta, pero algunos vinieron para ser el sol y dejar en evidencia lo rotos que estamos.

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